Queridos pacientes:

Después de treinta y siete años de vida profesional dedicada a preservar vuestra salud, ha llegado el día de mi Jubilación.

Durante estos años hemos compartido momentos de tristeza y dolor pero también otros de alegría y esperanza. Nuestra relación no ha sido sólo de médico-paciente sino de amigos y confidentes, lo que me ha dejado una huella imborrable de orgullo y satisfacción. Espero que a vosotros también.

Estos tres últimos meses, como consecuencia de la pandemia, han sido los peores de mi vida laboral. Me han obligado a trabajar de forma diferente a como lo  hacía siempre. No tener contacto directo con vosotros y tenerlo que hacer a través de un teléfono, me ha generado mucha angustia, pero a pesar de ello he puesto todo mi esfuerzo en realizarlo lo mejor posible.

Quiero pedir disculpas a quién se haya sentido mal atendido en alguna ocasión (voluntariamente no ha sido, os lo aseguro) y además deseo que recordéis las mejores acciones.

Espero que nos sigamos viendo muchos años, ya sabéis que me tenéis a vuestra disposición para lo que necesitéis.

Gracias a todos por el afecto y consideración que me habéis dado.

Un abrazo de vuestra médica,

Adoración

El Picazo, 27 de mayo de 2020